domingo, 27 de febrero de 2011

El argumento de autoridad


Hace unos días apareció en las noticias que Javier Bardem saldría ganador en un famoso festival de cine puesto que había salido como favorito en Facebook. Es decir, hemos convertido una red social como un argumento de autoridad, alguien que dice algo que es verdadero e incuestionable. Algo similar ocurre hoy día con las famosas frases de: "lo pone en Internet", "lo dice Google" y un largo etcétera.
Un elemento clave en la argumentación es el recurso que denominamos argumento de autoridad. Éste consiste en extraer la opinión o idea de alguna personalidad científica o intelectual para apoyar nuestro discurso. En la literatura, tenemos numerosos casos de ello: el propio Arcipreste de Hita en su "Libro del buen amor" apoya sus teorías con la famosa frase en castellano antiguo: "e como diz Aristóteles...".
En algunos de estos ejemplos (tal vez el propio Arcipreste) podemos hallarnos ante una falacia, es decir, se sostiene que esa autoridad dijo eso cuando no fue así. De hecho, en la Edad Media, Aristóteles se usó en numerosos textos como argumento de autoridad y se le adjudicaron frases e ideas que nunca pasaron por su cabeza.
En el campo de la pragmática, este concepto podría relacionarse con el de "topoi", lugares o creencias comunes que son admitidas por la sociedad en cada época y que se dan por hecho como algo incuestionable. Tomo de M. Victoria Escandell el siguiente ejemplo:

"cuantos más estudios se tienen, más sabio se es (y vicervesa".

Finalmente, creo que deberíamos tener más cuidado con qué consideramos y usamos como argumento de autoridad y no convertir elementos como una comunidad de gente que puede dar su opinión sin ningún tipo de conocimiento (las redes sociales) en soportes de la verdad única e indiscutible.

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