Todas las palabras poseen acento en español, es decir, una sílaba que destaca sobre todas las demás en la pronunciación y la cadena fónica. Ahora bien, no todas tienen tilde.
Por tilde entendemos el acento ortográfico, es decir, esa rayita que se pone sobre la palabra cuando la escribimos. Tiene dos funciones: representa el acento de la palabra y además sirve como elemento diferenciador. En este sentido, tenemos dos clarísimos ejemplos:
a) cántara, cantara, cantará
b) ahí hay alguien que dice "¡ay¡"
Escribo esta entrada porque a veces se confunden los términos y no son exactamente iguales.
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