Ayer mismo oí en la televisión a un presentador de informativos diciendo "el más favorito". Y he aquí otro problema de desconocimiento de la lengua española. No podemos superlativizar un término que ya de por sí lo es, como pasa con "favorito". Pongamos un ejemplo de esto:
-¿Juan es el favorito de María, verdad?
- Sí, yo creo que sí. De todos sus hijos, Juan es el favorito.
En este caso, Juan, de entre todos los hermanos, ocuparía el primer puesto del ranking y por tanto, establece el grado máximo de afecto y cariño de la madre. Al ser el "favorito", no puede haber nadie más por encima suya.
Dejando a un lado este caso, resumo la idea de esta entrada: no podemos superlativizar algo que ya de por sí implica el grado máximo.
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